Pensaría que si cuando entre sus políticas de adquisición de nuevos talentos los 45 años es una barrera para ser elegible.
El edadismo y la gerontofobia van de la mano. En que se diferencian, el primero es la discriminación por edad y la segunda desde el punto de vista médico es un tipo de ansiedad que se caracteriza por un temor a envejecer y a todo lo relacionado con los adultos mayores.
Pero más allá de su definición lo que vemos es el concepto que las sociedades y en este caso las empresas tienen alrededor de la edad y la vejez.
¿Es viejo una persona de 45 años o más?
Creeríamos que no, pero resulta que para el mercado laboral una persona con esa edad cronológica es sinónimo de:
Carencia al cambio
Atraso o desconocimiento a la tecnología
Falta de actualización o conocimiento
Dificultad para trabajar con personas de menor edad, entre otras.
Y es tan marcado el tema de la edad en las personas que nosotros mismos nos encargamos de utilizar la edad para justificar casi siempre lo que nos cuesta hacer o reconocer: Ya estoy muy vieja para aprender un idioma, es una frase que yo en particular he dicho y que estoy refutándola desde mi mentalidad Perennial.
La edad no debe ser un problema para aprender ni para trabajar.
¿Qué debemos hacer para atacar la gerontofobia y el edadismo?
Desde las sociedades ver que cada etapa del ser humano tiene un valor. Que la longevidad es un hecho irrefutable gracias a los avances médicos y tecnológicos. Que tener una edad cronológica no es lo que marca tus capacidades.
Desde los gobiernos, trabajar en la inclusión por edad con políticas que permitan que la edad no sea un requisito para obtener el derecho al trabajo y que se revisen las múltiples opciones en que las personas pueden aportar conocimiento y trabajar.
Desde las empresas, una revisión de sus políticas de inclusión, porque se ha avanzado en algunas como la equidad de genero y el aporte de las personas en condiciones de discapacidad, pero están crudos en inclusión por edad quizás como consecuencia de las normativas laborales a las que tienen que acogerse por ley.
Como avanzar, una primera idea es el trabajo multigeneracional, que tanto bien les hace a las empresas, la suma de conocimiento más experiencia con innovación y tecnología.
Otra idea es el mentoring inverso donde cada uno aporta lo mejor de si tanto el joven como el adulto. Lo que nos estamos perdiendo cuando no valoramos a las personas porque nos seguimos por los estereotipos de la edad.
Es hora de llamar las cosas por sus nombres y reconocer que un gran numero de empresas sufren de Gerontofobia y Edadismo.
¿Qué hacer? ¿Cómo avanzar? ¿Cómo podemos ayudar a las empresas a que avancen en torno al concepto limitado de la edad?
Por favor denme ideas en sus comentarios que son muy valiosos.
Entre todos trabajemos para que el edadismo no siga creciendo, porque una sociedad desocupada es una sociedad que no progresa.
Autor: Blanca Mery Sánchez