Descubrí la palabra Perennial en un momento de mi vida en que me sentía pérdida, en que, aunque estaba contenta con lo que estaba haciendo, no me sentía completa. A mis manos llegó un artículo de la periodista estadounidense Gina Pell, sobre los Perennial y me pareció interesante conocer de qué se trataba.
Al principio me parecía que se trataba de una denominación más de las que usamos para etiquetar a los demás. Y digo utilizamos porque estamos acostumbradas a ello, a definir a las personas por lo que creemos que son… y me parece que el mundo ya tiene suficiente de esas divisiones tan absurdas. Además, durante toda mi vida he tenido la oportunidad de compartir con personas de edades distintas a la mía y en jóvenes y adultos veía las características de los Perennial.
Estas son algunas:
Por cada año que pasa nos llegan miles de oportunidades, experiencias y valores nuevos. El problema con la manera en que vemos la edad en la actualidad es que nos pasamos la vida entre “ni muy joven, ni muy viejo” La edad no debe definirnos, ni limitarnos.
No existe un momento totalmente ideal o perfecto para vivir las experiencias que te da la vida. Desde la mentalidad Perennial, nos arriesgamos a construir proyectos novedosos, a fomentar ideas creativas y a compartir sinceramente con los demás. Porque no creemos en eso de que “somos muy viejos para esto”
Es así como disfrutamos de la curiosidad, porque queremos aprender de muchas cosas, conocer lo que viene, saber lo que ha pasado. Nos interesa que las ideas nos lleguen y nos mantengan creativos. Porque la curiosidad, para nosotros, es como una energía vital que le llega a nuestro cerebro para que nunca deje de construir. Esa que fue vital desde niños para crecer.
Estamos en este mundo para rechazar las etiquetas. Sabemos que todos esos estereotipos que los otros han creado no nos definen. No hablan de todo lo que es una persona, sencillamente se trata de una pequeña parte.
Todas las experiencias que vivimos: estudiar, trabajar, perder un ser querido, divorciarse, dejar un sueño… todo, con lo bueno y lo malo es lo que nos tiene hoy aquí. La vida no se acaba por los trabajos que tuvimos ni los años que dice el documento de identidad.
Como Perennial, abrazamos los cambios porque es nuestra manera de agradecerles por las lecciones que nos dejaron. Piénsenlo y verán que a pesar de que en algún momento se sintieron incómodos, hoy están aquí con ideas nuevas y creativas.
¿Qué mensajes quiero dejarles hoy?
1. Que dejemos de darle importancia a la edad.
2. Que seamos más incluyentes en un mundo sin discriminación ni estereotipos por edad, genero, raza, cultura, etc.
3. Que rompamos paradigmas y tengamos una mentalidad flexible como la Perennial.
4. Que crean en ustedes, trabajen en su propósito de vida, conecten e inspiren a otras personas, valoren su experiencia.
¿Te gustó?, tus comentarios son valiosos para seguir avanzando la mentalidad Perennial.