En el entorno laboral, constantemente nos encontramos con situaciones que no nos satisfacen o que nos generan malestar. Sin embargo, en lugar de resignarnos o simplemente quejarnos, existe una forma más efectiva y constructiva de abordar estas situaciones: el cambio asertivo.
En esta edición, te invito a que exploremos algunas estrategias clave para lograrlo.
1. Reconoce tu insatisfacción: El primer paso para cambiar asertivamente una situación que no te gusta en el trabajo es tomar conciencia de tu propio malestar. Identifica claramente qué es lo que te molesta o te desagrada, y por qué. Esto te permitirá tener una comprensión clara de la situación y te motivará a buscar soluciones constructivas en lugar de quedarte estancado en la queja.
2. Comunica tus preocupaciones: Una vez que hayas identificado las razones detrás de tu insatisfacción, es importante expresar tus preocupaciones de manera clara y respetuosa de manera auténtica y honesta. Puedes programar una reunión con tu supervisor o compañeros de trabajo relevantes y explicarles cómo te sientes y por qué consideras que la situación debe cambiar. Asegúrate de mantener un tono de voz calmado y utilizar un lenguaje no confrontacional.
3. Proporciona soluciones: En lugar de simplemente quejarte, ofrece soluciones concretas y viables a la situación problemática. Esto demuestra tu compromiso y tu enfoque constructivo hacia el cambio. Sé creativo y piensa en ideas que puedan mejorar la situación para todos los involucrados. Al proponer soluciones, muestras disposición para colaborar y trabajar en equipo.
4. Acepta la retroalimentación: Durante el proceso de cambio, es probable que recibas comentarios o críticas de otras personas. Acepta estas opiniones como oportunidades para crecer y mejorar. Escucha activamente y considera las perspectivas de los demás, incluso si no estás de acuerdo. La retroalimentación constructiva puede ayudarte a perfeccionar tus propuestas y encontrar un punto medio que beneficie a todos.
5. Sé persistente: El cambio puede llevar tiempo y requerir perseverancia. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Mantén tu enfoque en el objetivo final y sigue trabajando para lograrlo. Recuerda que la asertividad implica respetar tus propios límites y necesidades, así como los de los demás. Persiste con confianza y determinación, y mantén una actitud positiva a lo largo del proceso.
Cambiar asertivamente una situación que no te gusta en el trabajo es posible si adoptas una actitud pro-activa y constructiva. A través de la comunicación efectiva, la propuesta de soluciones y la apertura a la retroalimentación, puedes influir en el cambio y mejorar tu entorno laboral. Recuerda que la asertividad implica respetar tanto tus propias necesidades como las de los demás.
Autora: Marcela Córdoba