No dormiste bien, te levantas cansado, sientes mal humor porque te duele la cabeza y cuando abres tu correo tienes 300 correos “urgentes” que agravan tu mal humor, pero en 5 minutos comienzan tus 8 reuniones del día y necesitas estar listo para ser pro activo, creativo, orientado al logro, comunicarte de manera efectiva y aportar a que tu empresa sea un maravilloso lugar de trabajo. Si esto te suena familiar, bienvenido al mundo laboral donde es necesario contar con herramientas para gestionar las emociones y poder hacer que te aporten a tu crecimiento personal y profesional.
Desde tiempos ancestrales, los seres humanos hemos sido criaturas emocionales. Nuestra evolución nos ha dotado de un intrincado sistema neurocognitivo que nos permite experimentar y expresar una amplia gama de emociones, desde la alegría y la gratitud hasta la ira y la tristeza. Estas emociones cumplen una función adaptativa y social, y su expresión tiene un impacto significativo en nuestras relaciones, nuestra salud y las metas que logramos tanto a nivel individual como colectivo. Durante siglos, hemos aprendido a gestionar lo que sentimos, desde lágrimas y ceños fruncidos hasta sonrisas, las cuales nos han permitido comunicarnos con nuestra tribu para hacer alianzas o demostrar nuestra inconformidad.
Por esto la expresión emocional , que se arraigó en nuestro ADN al nivel que no expresar lo que sentimos, puede dañar nuestra salud física y emocional y limitar el desarrollo de nuestras habilidades y por lo tanto el logro de las metas. Así que es necesario que todos nos centremos para saber cómo expresar lo que sentimos.
La expresión saludable de las emociones en el trabajo conlleva una serie de beneficios asombrosos para nuestra salud y bienestar. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Sigue leyendo!
Reducción del estrés: ¿Sabías que la liberación de emociones reprimidas y la apertura a la expresión emocional reducen los niveles de estrés? Esto no solo mejora nuestra capacidad de afrontar los desafíos laborales, sino que también tiene efectos positivos en nuestra salud cardiovascular y sistema inmunológico.
Mejora del clima laboral: Un entorno de trabajo donde se fomenta la expresión emocional saludable crea un clima más positivo y colaborativo. Los equipos que comparten sus emociones tienden a resolver conflictos de manera constructiva y a disfrutar de relaciones más cercanas y productivas.
Toma de decisiones asertivas: ¿Sabías que la expresión de emociones permite a los individuos abordar problemas y desafíos de manera más clara y equilibrada? Al tomar decisiones desde un estado emocional consciente, evitamos respuestas impulsivas y logramos soluciones más efectivas y adecuadas.
Fortalecimiento de la resiliencia: Al expresar nuestras emociones de manera adecuada, nos empoderamos para enfrentar dificultades y superar adversidades en el entorno laboral. La resiliencia emocional nos permite adaptarnos y crecer frente a los cambios y obstáculos que puedan surgir.
El arte de pensar bien (versión oficina)
En mi libro El arte de pensar bien reflexionaba acerca del papel que tiene la agilidad emocional (capacidad de adaptarse y responder rápidamente a las diferentes situaciones emocionales que enfrentamos en la vida cotidiana) en nuestro crecimiento y cómo ser conscientes de nuestras emociones nos ayuda a saber cómo, cuándo y para que expresarlas.
Para poder entrenar tu agilidad emocional puedes realizar acciones como:
- Diario emocional: Lleva un diario donde registres tu estado emocional cada día y las situaciones que las desencadenaron. Al final del día, reflexiona sobre cómo respondiste emocionalmente y qué podrías haber hecho de manera diferente. Esta práctica aumenta tu auto-conciencia emocional y te ayuda a identificar patrones y áreas de mejora.
- Mindfulness emocional: Practica la atención plena (mindfulness) al centrarte en tus emociones presentes sin juzgarlas. Si sientes ansiedad, tristeza o enojo, permítete experimentar esas emociones sin intentar cambiarlas o evitarlas. Observa cómo se manifiestan en tu cuerpo y mente. Esta práctica fomenta la aceptación y la autorregulación emocional.
- Desafía tus creencias limitantes: Identifica las creencias limitantes que puedan estar afectando tu respuesta emocional ante ciertas situaciones. Cuestiona estas creencias y busca evidencias que las respalden o contradigan. Desarrollar una mentalidad más flexible te ayudará a adaptarte emocionalmente a nuevas perspectivas y circunstancias.
- Práctica de valores: Reflexiona sobre cuáles son tus valores fundamentales en la vida. Luego, en momentos de conflicto emocional, pregúntate si tus reacciones están alineadas con esos valores. Considera cómo puedes actuar de manera coherente con lo que realmente es importante para ti, incluso cuando las emociones son intensas.
La clave para una expresión emocional saludable en el trabajo radica en la comprensión y gestión de nuestras emociones. Aquí hay algunos consejos prácticos para lograrlo:
- Auto-conciencia: Identifica tus emociones y comprende cómo afectan tus acciones y decisiones laborales.
- Comunicación asertiva: Encuentra el equilibrio entre expresar tus emociones y ser respetuoso con los demás.
- Empatía: Escucha activamente las emociones de tus compañeros y muestra comprensión y apoyo.
- Búsqueda de soluciones: Enfócate en encontrar soluciones constructivas cuando enfrentes desafíos emocionales en el trabajo.
Entre más practiques la expresión emocional regulada más fortaleza tendrás para afrontar los retos sin perder tu bienestar.
Déjame tu reacción o comentario para saber que me lees y te interesan estos temas.
Autora: Blanca Mery Sánchez