Capítulo 1

Edwin Palma Egea

Viceministro de Relaciones Laborales e Inspección

La visión que tengo sobre la negociación colectiva la he ido construyendo después de participar en decenas de mesas de negociación y paros, así como en el pregrado y los posgrados de Derecho, asistiendo a procesos de formación y conferencias del trabajo de la OIT, o en espacios de diálogo social antes y después de entrar al gobierno. En primer lugar, defiendo una visión heterodoxa y no formalista de la negociación. Es decir, debemos ir mucho más allá de las definiciones del artículo 467 del Código del Trabajo, a las normas internacionales del trabajo y a la valiosa lectura que han hecho los órganos de control sobre ellas. Por ello, si leemos, por ejemplo, el Convenio 154 de la OIT, veremos que su objeto no se limita a la presentación de pliegos de peticiones y la suscripción de convenciones colectivas. 

Es más, si el mundo del trabajo es precario e informal —en un 55 % en Colombia según el DANE y en un 60 % en el globo como lo informó la OIT— y si en Colombia ocurren pocas huelgas, pero hay permanentemente paros y protestas, los acuerdos que resultan de la movilización y de conversaciones entre las partes de la relación, incluso en sectores informales o con ausencia de sindicatos, en mi opinión, también son negociación colectiva, así no tengan ese título o no se conviertan en una convención colectiva. 

Sus efectos son parecidos así no se “deposite”, como exigen algunas organizaciones sindicales, para hacer oponible el o los acuerdos. Como tuve oportunidad de expresarlo en una columna en el periódico La República, “Fútbol y pragmatismo democrático” (15 de noviembre de 2023), no debería importar si un acuerdo se llama convención colectiva, acuerdo o acta, y si lo firma un sindicato legalmente constituido. Lo importante es que reconozca la legitimidad de las partes y la existencia de un conflicto económico o de intereses, y que al ser pactado su contenido legitima y define unos derechos humanos, en este caso laborales, pero también civiles o políticos relacionados. Estos, al vaciarse en un acta, adquieren plena validez y desatan procesos de negociaciones frecuentes que pueden, en el futuro, convertirse en negociación colectiva con todas las formalidades constitucionales y legales. 

El derecho laboral —si cumple sus propósitos esenciales, su misión tuitiva— puede ser más libre y eficaz, como ocurre en países como Suecia. Mientras aquí, con todas nuestras reglas, se limita severamente su reconocimiento y se mantiene una tendencia a tratar el conflicto laboral como un problema de orden público, y a los sindicatos como enemigos internos. La cultura sindical existente surge de la forma como se señalaban a las organizaciones de trabajadores y de un derecho laboral colectivo que se convirtió en un derecho laboral del enemigo. Es inconcebible cómo aún existen empresas que se niegan a negociar, obstaculizan el funcionamiento de un tribunal de arbitramento o no hacen ninguna propuesta en la mesa de negociaciones, mientras establecen pactos colectivos para socavar el derecho humano de sindicalizarse. 

Como dicen decenas de estudios académicos, especialmente de la OIT, la negociación colectiva les otorga a los trabajadores formales o informales, y a los empresarios, empleadores, personas o autoridades que tienen competencia, la libertad para autocomponer condiciones de trabajo y para acordar el valor y las reglas laborales en un sitio, un territorio o un sector económico, incluso en temas nacionales como el salario mínimo. En palabras de la Corte Constitucional: 

El derecho de negociación colectiva es consustancial con el derecho de asociación sindical; su ejercicio potencializa y vivifica la actividad de la organización sindical, en cuanto le permite a esta cumplir la misión que le es propia de representar y defender los intereses económicos comunes de sus afiliados, y hacer posible, real y efectivo el principio de igualdad (art. 13 C.P.), si se tiene en cuenta, que dicha organización, por su peso específico, queda colocada en un plano de igualdad frente al patrono. 

En ese sentido, las partes son libres de proponer, negociar y acordar temas, valores o procedimientos que permiten regular las relaciones laborales y crear espacios o mecanismos de diálogo social y debido proceso, con un marco amplio que son el derecho internacional y la Constitución como fuentes principales de interpretación del derecho interno, que sabemos debe ser reformado para dejar de ser una talanquera y convertirse en la llave para el ejercicio autónomo de las partes de la negociación. 

Estoy convencido de que la negociación colectiva es un derecho fundamental reconocido universalmente y un instrumento democrático que le da voz a todas las personas concernidas en un conflicto laboral. Es el mejor y más concreto mecanismo de diálogo social existente y es una forma de participación y deliberación ciudadana que permite que la Constitución y los derechos —uno de cuyos pilares es el Estado social de derecho y el derecho a participar— sean moldeados por la ciudadanía libre. 

He conocido o participado en casos de negociación colectiva o diálogo social en la economía informal como el acuerdo con los vendedores ambulantes en el centro de Medellín durante las alcaldías de Sergio Fajardo Valderrama y Alonso Salazar Jaramillo sobre delimitación de zonas para su trabajo, limitación de la autoridad reguladora del espacio público o la protección policial frente a extorsionistas que se apropian del espacio y cobran supuestos servicios de seguridad, mejor conocidos como “vacunas”. También en los acuerdos que lograron los taxistas de Cartagena agremiados en Sincontaxcar con el gobierno y la Secretaría Distrital de Tránsito sobre tarifas, acopios, calidad del servicio o cobro de multas. Asimismo, asistí a los acuerdos del sindicato de vendedoras de tinto con la alcaldía de Medellín sobre espacio público, protección a sus derechos o apoyo con microcréditos, o la creación de un espacio de preparación y almacenamiento. Ya como viceministro hice parte de la mesa de diálogo entre Unidapp y Rappi, con acuerdos en marcha entre las partes o en la aplicación del acuerdo global entre Teleperformance y Utraclaro. La experiencia de nuestro país está en las formas cómo se construyen acuerdos, que es valiosísima pero poco estudiada y replicada. 

En las empresas son claras y positivas las consecuencias de tener espacios de diálogo social permanente, pues el proceso de negociación colectiva siempre fortalece la confianza entre las partes, crea seguridad jurídica, mejora la productividad y reduce la conflictividad laboral. Esto, al reconocer que el conflicto entre capital y trabajo es irreductible y que seguir pensando en su eliminación terminará en distopía. Entonces, entendiendo la negociación como un espacio de ejercicio libre de la autonomía de las personas libremente agrupadas y defiendo que la negociación colectiva como ejercicio de autocomposición de los conflictos se contribuye al logro de la paz, a la racionalización de las relaciones capital-trabajo y a la solución conjunta de los problemas humanos y tecnológicos en las empresas gracias al reconocimiento de las partes, en especial de los trabajadores y trabajadoras como actores claves de las organizaciones. Siempre se gana más conversando. Por eso debemos extenderla y volverla cultura y cotidianidad en nuestro país. 

Enrique González Bacci

Director del Centro de Estudios Sociales y Laborales (Cesla) de la ANDI

Viceministro de Relaciones Laborales e Inspección

Jairo Burgos: Desde su punto de vista como parte del sector gremial empresarial, ¿cuál es la importancia que tiene la negociación colectiva de trabajo en una sociedad democrática? 

Enan Arrieta: La negociación colectiva es fundamental en una sociedad democrática porque permite evidenciar la capacidad de diálogo de los actores del mundo del trabajo. Empleadores y trabajadores no están llamados a ser vistos, fatalmente, como partes antagónicas. La negociación colectiva es prueba de que no solo es posible, sino absolutamente necesario pensar las relaciones laborales desde la construcción conjunta de soluciones que ofrezcan respuesta a intereses que, aunque algunas veces parezcan divergentes, en lo esencial coinciden: generar bienestar para todos. 

JB: ¿Por qué el acuerdo colectivo de trabajo resultante puede ser de gran valor e importancia para las empresas en su rol en la sociedad? 

EA: Un acuerdo colectivo es, siempre, resultado de un ejercicio de confianza. Una empresa que llega a acuerdos con sus trabajadores es una en la que se puede confiar. La confianza es un activo intangible que se capitaliza: la confianza llama más confianza. En este sentido, los acuerdos colectivos no surgen de la nada, sino que son expresión de prácticas cotidianas de diálogo social basadas en la confianza. Desde esta perspectiva, la negociación de acuerdos colectivos, más que una obligación legal, debería ser vista como la oportunidad que tiene la empresa de generar un ambiente de respeto, reconocimiento y credibilidad con las organizaciones de trabajadores y sus demás agentes de interés. 

JB: ¿Qué papel puede tener la negociación colectiva de trabajo en el propósito de acelerar el desarrollo económico de Colombia? 

EA: El desarrollo económico del país depende, en lo fundamental, de la capacidad que tengamos los colombianos para llegar a acuerdos que produzcan mayor bienestar, riqueza y productividad. La negociación colectiva debe ser siempre un espacio abierto a la posibilidad del acuerdo. Y en tanto que involucra a los principales actores que, junto con el Estado, generan riqueza y productividad, sin duda alguna la negociación colectiva tiene un potencial enorme para mejorar las condiciones de bienestar de toda la población. En resumen, la negociación colectiva nos enseña que es el diálogo, y no la confrontación, el motor del desarrollo social y económico. 

JB: ¿Qué retos y oportunidades tienen los actores sociales en Colombia para mejorar la institución de la negociación colectiva de trabajo y, consecuentemente, sus relaciones profesionales? 

EA: El principal reto, aunque parezca una respuesta cliché, es la construcción de confianza. En Colombia se nos ha hecho creer que el conflicto es el medio y el fin mismo de la negociación colectiva. Esta deformación imaginaria de la realidad ha erosionado la confianza y, con ello, la posibilidad de llegar a acuerdos significativos. Sin embargo, aquí también encontramos nuestra mayor oportunidad. Se hace necesario cambiar el paradigma de que solo a las “malas” se pueden resolver las diferencias. Si Colombia es lo que es pese a esta especie de “sublimación” del conflicto, solo basta imaginar lo que podríamos llegar a ser si transitamos a un modelo cultural basado en el diálogo y la cooperación, en otras palabras, si nos tomamos en serio la negociación colectiva. 

 

Jairo Villegas Arbeláez

Desde su punto de vista como conocedor del sector sindical, ¿cuál es la importancia que tiene la negociación colectiva de trabajo en una sociedad democrática? 

Nuestra Constitución Política consagra como principios que definen y caracterizan toda la vida social: el “trabajo […] dentro de un marco democrático y participativo” (Preámbulo), el derecho de “participación de todos en las decisiones que los afectan” (artículo 2.º) y la “solidaridad social” (artículo 95.2), y por ello “se garantiza el derecho de negociación colectiva para regular las relaciones laborales” (artículo 55). 

Dada esta normatividad constitucional del “Estado social de derecho” (Constitución Política, artículo 1.º), sería exótica la unilateralidad e imposición en materia laboral. 

¿Por qué el acuerdo colectivo de trabajo resultante puede ser de gran valor e importancia para las organizaciones sindicales en su rol de representantes de los trabajadores y para los propios trabajadores? 

La tasa de sindicalización en el sector privado es constitucionalmente dramática: el 2,0 % (Ostau de Lafont & Niño Chavarro, 2019, p. 367). La convención o contrato colectivo de trabajo expresa la titularidad y representación sindical en la negociación colectiva; sin embargo, en las empresas privadas, la convención colectiva apenas cubre al 0,02 % de la fuerza laboral productiva, el 0,03 % de los trabajadores no sindicalizados (p. 368); mientras que expresiones de la posición dominante o subordinante del empresario, como el contrato individual, el pacto colectivo o plan de beneficios, y el contrato “sindical” cubre el restante 99,9999 % de las relaciones laborales. 

¿Qué papel puede tener la negociación colectiva de trabajo en el propósito de acelerar el desarrollo económico de Colombia? 

La negociación colectiva del Código Sustantivo de Trabajo de 1950 es de carácter insular, fracturada e incoherente, por cada empresa. 

La negociación colectiva del Convenio 154 de 1981 de la OIT es la de las “ramas de actividad” (parte III.a) mediante “reglas de procedimiento convenidas entre las organizaciones de empleadores y las organizaciones de trabajadores” (parte III.c) que en todo caso no podrá resultar “obstaculizada por la inexistencia de reglas” (parte III.d). 

La Constitución Política consagra como principio en materia de relaciones laborales el diálogo laboral, el tripartismo y la concertación como vía civilizada y participativa para el desarrollo económico. 

¿Qué retos y oportunidades tienen los actores sociales en Colombia para mejorar la institución de la negociación colectiva de trabajo y, consecuentemente, sus relaciones profesionales? 

Los protagonistas constitucionales de las relaciones laborales son el gobierno, los empresarios y las organizaciones sindicales. Todos deben asumir una actitud autocrítica y trazar una nueva mirada para que: 

  • La Comisión Permanente de Concertación Laboral, creada por la Constitución de 1991 (artículo 56), no siga siendo algo meramente circunstancial, discrecional de los gobiernos, sin presupuesto ni personal y dependiente, para que sea un organismo autónomo e independiente, de carácter técnico y especializado (artículo 113), igual que la otra comisión de creación Constitucional, la Comisión Nacional del Servicio Civil, como lo afirmó la Corte Constitucional (sentencia C-372 de 1999).
  • Se cree el Instituto Nacional de Negociación Colectiva, Mediación y Arbitraje Laboral, otro organismo autónomo e independiente, de carácter técnico, especializado, multidisciplinario, con mérito y carrera administrativa, encargado de recoger y sistematizar los pliegos, convenciones colectivas y acuerdos colectivos de los sectores privado y público. Asimismo, deberá evaluarlos, capacitar a los negociadores y tener salas especializadas de mediadores y de -árbitros permanentes para los conflictos colectivos de los sectores privado y público.

 

Capítulo 2

Luz María Velásquez Zapata

Vicepresidente de Bancolombia

Jairo Burgos: ¿Qué le ha aportado a su formación y experiencia profesional como ejecutiva de negocios haber participado en varios procesos de negociación colectiva, sin que ello haya sido tu responsabilidad principal? 

Luz María Velásquez: Participar en negociaciones colectivas ha sido invaluable para mi formación y experiencia profesional. Me ha permitido desarrollar una comprensión profunda de las dinámicas laborales y la importancia del diálogo social. Esta experiencia me ha brindado una perspectiva integral, mejorando mi capacidad para tomar decisiones equilibradas y estratégicas, fortaleciendo mis habilidades de liderazgo. Además, he mejorado mis habilidades de comunicación, escucha, empatía y resolución de conflictos. He aprendido que la colaboración con los sindicatos es fundamental y que su participación puede ser una fuerza positiva para el desarrollo de la empresa y el bienestar de los empleados. Aprendí también a no estigmatizar la participación en sindicatos y que es clave para fomentar una relación de respeto y colaboración. 

JB: ¿Recomendarías a los ejecutivos responsables de temas comerciales y asuntos de negocios participar en negociaciones colectivas de trabajo? ¿Por qué? 

LMV: Sí, definitivamente. La participación en negociaciones colectivas proporciona una perspectiva valiosa sobre las relaciones laborales y las preocupaciones de los empleados, esenciales para cualquier estrategia de negocios. Además, fortalece habilidades importantes como la comunicación, la escucha y la resolución de conflictos, y demuestra el compromiso de la empresa con el bienestar de sus trabajadores. Te da una perspectiva diferente de las relaciones sindicales y permite tener mayor apertura. Participar en estas negociaciones ayuda a desarrollar estrategias más efectivas y alineadas con la realidad del equipo, fortaleciendo las relaciones laborales. 

Capítulo 3

Pablo Emilio Santos Nieto

Expresidente del Sindicato de Trabajadores de la Energía de Colombia (Sintraelecol)

Jairo Burgos ¿Qué importancia tiene, desde el punto de vista sindical, la preparación previa de la negociación colectiva de trabajo para el éxito del proceso? 

Pablo Emilio Santos: El movimiento sindical actualmente ha evolucionado y se ha profesionalizado, por ello nuestros métodos también han cambiado. Hoy entendemos que la primera etapa de la negociación es la planeación estratégica, la de la investigación y el conocimiento de las empresas donde laboramos y las verdaderas necesidad y aspiraciones de nuestros afiliados, para así saber qué tipo de pliego construiremos. Por ello es de la mayor importancia la preparación previa, pues debemos tener claro los alcances de la negociación y las posibilidades reales de éxito. 

JB: ¿Qué beneficios prácticos han encontrado en su carrera como directivo sindical en la preparación de la negociación colectiva? ¿Acostumbran a realizar reuniones previas de preparación con la empresa? ¿Con qué oportunidad las hacen? ¿Qué actividades incluyen en la preparación? ¿Quiénes participan? 

PES: El más importante de los beneficios como dirigente es ser respetado por la contraparte por la seriedad de las propuestas y esto obedece a la preparación previa de las negociaciones. Es claro que para esta preparación debemos realizar, sin que sea obligatorio y solo cuando se han construido lazos de confianza y respeto entre partes, un ciclo de reuniones previas donde las partes sinceran las expectativas sobre el proceso de negociación. Son bastante útiles cuando se traducen en agilidad para la negociación. En las reuniones con las empresas se busca una conversación de alto nivel entre representantes legales y otras menores entre los líderes de los equipos negociadores. Las principales actividades de la preparación, propia del proceso, incluyen ciclos de reuniones con las bases por áreas empresariales (no son muchas veces los mismos intereses de un administrativo o de un operador técnico), con los equipos jurídicos del sindicato y con los equipos económicos. Estas últimas son especializadas y con un máximo de ocho personas por equipo. 

JB: ¿Qué recomendaciones daría a las partes para una mejor preparación de una negociación colectiva de trabajo? 

PES: La más importante es que se entienda que la construcción de confianza es la base de cualquier proceso exitoso, y esta solo se da en el día a día, en las acciones de respeto a la convención colectiva y a lo pactado en la misma; es necesario que las empresas entiendan que es conveniente tener un sindicato con la información real con las garantías necesarias para la preparación efectiva del pliego de peticiones. Para los sindicatos debe ser importante entender que debemos respetar al contradictor, entender que cada quien juega un rol y que la mejor forma de respeto en este proceso es la presentación de pliegos justamente dimensionados y alcanzables, lo que hará que se nos mire con respeto tanto por el empresariado como por nuestras bases. 

Enrique González Bacci

Vicepresidente de Talento y Cultura del Grupo Bancolombia

Jairo Burgos: ¿Qué importancia tiene, desde el punto de vista empresarial, la preparación de la negociación colectiva de trabajo para el éxito del proceso? 

Enrique González Bacci: Dado el impacto que tiene una negociación colectiva, particularmente en épocas como las actuales de fuerte conflictividad social, la preparación de la misma es fundamental para procurar no solo un proceso que mitigue el eventual impacto negativo que pueda tener el mismo frente a la operación y clientes, sino que pueda aprovecharse como una oportunidad de fortalecimiento de las relaciones laborales en una empresa apuntándole a su sostenibilidad. 

JB: ¿Qué beneficios prácticos han encontrado en la preparación de la negociación colectiva? ¿Cómo la hacen? ¿Con qué oportunidad la hacen? ¿Qué actividades incluyen en la preparación? ¿Quiénes participan? 

EGB: El preparar adecuadamente la negociación colectiva ha permitido sensibilizar a la organización acerca de la importancia estratégica de la misma al igual que ha evidenciado la necesidad de preparar adecuadamente a los líderes o jefes en el entendimiento del proceso, su importancia estratégica, su impacto, la gestión de sus equipos y manejo adecuado del conflicto. 

La preparación de este proceso es un ejercicio permanente que lidera la Vicepresidencia de Talento y Cultura, con la participación de toda la organización, principalmente líderes y, en particular, la alta dirección de la organización. Este proceso no debe desarrollarse al aproximarse el vencimiento de la convención colectiva o a partir del momento en que se reciba el pliego de peticiones, sino que debe gestionarse permanentemente. Es un proceso en construcción de la confianza entre las partes, que permita un manejo adecuado del conflicto colectivo. En tal sentido, espacios habituales de reunión para trabajar los retos organizacionales conjuntamente con los sindicatos permiten construir esa confianza, sobre la premisa de respetar la autonomía de las partes, y garantizan que sean espacios de construcción por intereses, apoyando la autonomía empresarial y sindical, sin que se entiendan como espacios de coadministración. 

La preparación de este proceso implica hacer un buen análisis del entorno político, social y económico del país, así como conocer y entender a los sindicatos y su composición política interna, sus expectativas y, muy especialmente, el ambiente intralaboral y los intereses de la comunidad de empleados. 

La preparación demanda también tener muy claras las posibilidades económicas de la empresa y el impacto financiero que las pretensiones o decisiones puedan tener no solo en el corto, sino también en el largo plazo. 

Por lo anterior la conformación de un equipo multidisciplinario, liderado por el área de Talento y Cultura, pero con el acompañamiento de funcionarios del mas alto nivel del área Financiera, de Negocio, etc., es fundamental para garantizar un abordaje estratégico y sostenible en el tiempo del eventual acuerdo que se suscriba. 

JB: ¿Qué recomendaciones daría para una buena preparación de la negociación? 

EGB: Entre las recomendaciones que haría para una buena preparación del proceso estaría ser oportunos —es decir, anticiparse al mismo—, conocer y entender el contexto (interno y externo) en el que se desarrollará la negociación, diseñar una estrategia con el fin de tener el control de la negociación, evaluar escenarios posibles sin subestimar ninguno —esto es, desde el más extremo hasta el más optimista— y preparar adecuadamente al equipo negociador. Esto implica conocer y entender al sindicato y a los representantes de este con los que se negocia, y así entender las posibilidades financieras, el entorno económico y los intereses de los sindicatos. 

También es importante tener claridad en el objetivo de la negociación y la definición previa de lo sería un proceso exitoso, que no es simplemente llegar a la firma, sino que constituya una oportunidad de fortalecimiento de las relaciones garantizando la sostenibilidad de la organización en el corto y largo plazo. 

La selección de negociadores que promuevan una actitud empática en la mesa y una adecuada preparación y distribución de los roles es fundamental para la construcción de la confianza y los acuerdos. En tal sentido, aportar información o llevar a la mesa actores expertos en ciertos temas es fundamental para identificar intereses y facilitar la construcción de acuerdos. 

Por otro lado, no debemos subestimar los aspectos logísticos. Por ello hay que contar con espacios de trabajo que garanticen las adecuadas condiciones físicas para las reuniones y acceso a la información. 

JB: Finalmente, desde su experiencia profesional, ¿qué enseñanzas prácticas y recomendaciones le daría, en materia de preparación de la negociación colectiva, a una empresa u organización sindical que va a vivir una negociación colectiva de trabajo? 

EGB: Arrancaría por no subestimar la importancia y los riesgos que se derivan del proceso, entender la importancia estratégica del mismo, como la negociación más importante que hace la empresa. Por ello el conformar y preparar el equipo negociador es fundamental: ver el proceso como una oportunidad de construir, un espacio de gana-gana para empresa y sindicatos y no como un espacio de ganadores y perdedores, una oportunidad de revisar condiciones de trabajo para los empleados que se traduzca en mayor bienestar y productividad, sobre la premisa de la sostenibilidad de la empresa. 

Avanzar hacía negociaciones por intereses y no por posiciones es un paso fundamental para el fortalecimiento de las relaciones laborales, y esto solo se logra a través del diálogo permanente, enmarcado dentro del respeto que permita construir confianza. 

Una buena negociación de una convención colectiva se logra a partir de la construcción de modelos de relaciones laborales fundamentados en diálogo, respeto y construcción de confianza entre las partes. 

 

Capítulo 4

Joyce Romero Escudero

Líder de Comunicaciones Internas de Cerrejón

Jairo Burgos: ¿Es importante la comunicación organizacional en la negociación colectiva de trabajo? ¿Por qué? 

Joyce Romero: La comunicación organizacional es fundamental en un proceso de negociación colectiva porque permite alinear a la organización hacia un mismo propósito y objetivo. La comunicación bien utilizada se convierte en una herramienta transversal que apalanca en la construcción de confianza. 

La comunicación es importante en un proceso de negociación colectiva porque permite establecer una narrativa y mensajes de acuerdo con el contexto y entorno, ayudando a situar y alinear a la organización y sus colaboradores por medio de una historia. Además, identifica a los voceros adecuados, les brinda herramientas y los convierte en validadores y multiplicadores. De la misma forma, evalúa y prioriza las audiencias, establece los canales adecuados para transmitir la información, identifica agendas comunes y actores claves que puedan inciden en el proceso para gestionar espacios y relacionamiento. Por último, realiza un constante monitoreo del contexto interno y externo, analizando el avance de la conversación y el impacto mediático o en redes sociales que pueda tener la organización. 

JB: ¿Cuál es el rol que corresponde al área o encargado de las comunicaciones en un proceso de negociación colectiva de trabajo? 

JR: El rol principal es diseñar y liderar, junto al equipo negociador, las comunicaciones del proceso de negociación e integrar el plan de comunicaciones de la negociación a la estrategia de comunicación corporativa. 

Este plan debe tener unos objetivos específicos de comunicación del proceso y la estrategia que se utilizará para lograr cada objetivo. Para establecerlos, es fundamental conocer el contexto y las necesidades de comunicación de la organización. Adicionalmente, el plan contiene: 

  • Narrativa o mensaje clave: El encargado debe construir una narrativa unificada con un mensaje central y sus líneas a reforzar con mensajes especializados sobre los riesgos identificados. Esta narrativa se utiliza en la mesa de negociación y por fuera de ella, y tiene una línea de tiempo de acuerdo con las etapas del proceso. Adicionalmente, debe ir acompañada de una imagen o identidad, así como de acciones o símbolos que muestren coherencia.
  • Flujos de aprobaciones: La persona que lidera debe establecer el flujo de aprobaciones de las comunicaciones para lograr que sean oportunas.
  • Voceros: La persona identifica los voceros idóneos a nivel interno y externo del proceso, apoya la realización de entrenamientos, capacitaciones y ambientación de los voceros con las narrativas propuestas.
  • Audiencias o grupos de interés: Se realiza un mapeo de los actores claves, prioriza las acciones sobre ellos, identifica canales y espacios.
  • Táctica: Se establece las acciones puntuales que permiten el posicionamiento de la narrativa del proceso, previene y mitiga riesgos. Debe haber una preparación de materiales de comunicación.
  • Monitoreo: Se debe realizar monitoreo y seguimiento a las negociaciones, y establecer las acciones frente a los avances de la comunicación a nivel interno, en medios y redes sociales. Esto incluye la gestión de crisis de comunicación y el manejo de comunicaciones internas y externas.
  • Evaluación y cierre del proceso.

¿Qué riesgos desde el punto de vista de la comunicación observa en una negociación colectiva de trabajo? 

Existen múltiples riesgos con impactos operacionales y reputacionales, que se materializan si no se logra alinear la estrategia de negociación y comunicaciones con la del negocio. 

Los operacionales que puede detonar una mala comunicación van enfocados en un deterioro del ambiente laboral y la productividad, el aumento de la accidentalidad y el peligro de la continuidad del negocio. Pueden ser detonados por falta de transparencia, comunicación ineficaz, comentarios, chismes, rumores o especulaciones, noticias falsas y manipulación de la información, entre otros. 

En el punto de vista reputacional, se puede afectar la imagen a nivel interno y externo de la compañía, llevando a que los actores radicalicen sus posturas frente a la empresa, sobredimensionando la situación y responsabilidad de la compañía. 

Para mitigar estos riesgos es fundamente contar con una estrategia de comunicaciones, alineada a la organización, que tenga en cuenta el contexto, el entorno y las necesidades del proceso. De esta forma se logra llegar de primera mano a los trabajadores, evitando intermediarios, así como también a los demás grupos de interés. 

JB: ¿Qué beneficios tiene una buena estrategia de comunicación en una negociación colectiva de trabajo? 

JR: Una buena estrategia de comunicación colectiva de trabajo mejora el resultado final del proceso, porque origina beneficio en la imagen y reputación de la compañía sobre sus grupos de interés, especialmente los trabajadores y sindicatos. Asimismo, aumenta la visibilidad y posicionamiento de la empresa como una compañía responsable con sus trabajadores, y mejora la comunicación interna, el ambiente laboral y la productividad. 

Adicionalmente, una buena comunicación controla a la desinformación, reduce los malentendidos y mitiga los conflictos, lo que hace que tengamos un proceso exitoso de acuerdo con los objetivos trazados y que se puedan construir relaciones con los sindicatos y trabajadores más sólidas en el largo plazo. 

Finalmente, desde su experiencia profesional, ¿qué enseñanzas prácticas y recomendaciones le daría, en materia de comunicaciones, a una empresa u organización sindical que va a vivir una negociación colectiva de trabajo? 

  • Tener siempre una estrategia de comunicación general, en donde estén mapeados todos tus procesos, incluida la negociación, para que no se den comunicaciones internas con un foco laboral interno solo durante la negociación.
  • Tener una estrategia coherente y consistente a nivel compañía y proceso de negociación, que asegure que todos los mensajes que se transmitan en la organización estén alineados con la estrategia.
  • Planear, diseñar y preparar con tiempo un plan de comunicaciones para el proceso de negociación alineado a la organización y a su estrategia trasversal de comunicaciones. Identificar aquí las necesidades, priorízalas y generar un plan de acción.
  • Educar a las personas de la compañía sobre el proceso de negociación.
  • Identificar bien las audiencias y establece cuál es el mejor flujo de comunicaciones para llegar de manera proactiva a los trabajadores.
  • Capacitar a las personas que lideran el flujo de cascada de información, brindándoles herramientas de comunicación y estableciendo con ellos un contacto directo que transmita información de manera rápida y oportuna.
  • Priorizar la comunicación cara a cara de las personas que lideran el flujo de cascada.
  • Crear un flujo de información que permita dar y recibir información, y mantener la escucha activa sobre lo que pasa en campo con los trabajadores. La comunicación es un proceso de transmitir y recibir, de buscar canales bidireccionales.
  • Diseñar comunicaciones y tenerlas preaprobadas para mejorar la inmediatez.
  • Compartir información validada, hacer comparativos con las realidades sociales de la audiencia, construir historias y buscar personas validadoras a nivel interno y externo.
  • Atacar inmediatamente la desinformación.
  • Prepararse para manejar una crisis de comunicación.

Capítulo 5

Enrique González Bacci

Vicepresidente de Talento y Cultura del Grupo Bancolombia

Jairo Burgos: ¿Qué criterios ayudan a la conformación de un buen equipo de negociadores? 

Enrique González Bacci:Es fundamental contar con un equipo interdisciplinario, heterogéneo, con atribuciones para decidir y de alto nivel de la organización. 

En tal sentido, la preparación de un equipo experto en temas tales como relaciones laborales, finanzas, entorno macroeconómico, con un profundo conocimiento de la organización, su estrategia y sus retos es fundamental para la construcción de un buen equipo. 

Personas con fuertes habilidades interpersonales que permitan construir confianza, comunicacionales y de negociación son fundamentales en la selección de los negociadores. 

Capítulo 6

Luz María Velásquez Zapata

Vicepresidente de Bancolombia

Jairo Burgos: Desde su experiencia como ejecutiva y líder empresarial, ¿qué es una negociación colectiva de trabajo exitosa? 

Luz María Velásquez: Es la que se construye a través de un diálogo abierto y continuo, no solo durante los periodos de renovación de acuerdos. Es crucial involucrar a líderes del negocio además del equipo de Gestión Humana para que las decisiones reflejen tanto la perspectiva laboral como la estratégica de la empresa. Una negociación exitosa aborda no solo las preocupaciones inmediatas de los empleados, sino que también ofrece soluciones sostenibles y equitativas, asegurando el bienestar de los trabajadores y sus familias, y la sostenibilidad de la organización. 

JB: ¿Cuáles son los factores (tanto del lado sindical como del lado empresarial) que determinan e inciden en el éxito de una negociación colectiva de trabajo? 

Los factores clave incluyen una comunicación abierta y continua, compromiso con el bienestar común, flexibilidad, preparación y respeto mutuo. 

Del lado empresarial, es crucial la inclusión de líderes del negocio para garantizar que las decisiones sean estratégicas y alineadas con los objetivos de la compañía a largo plazo. Del lado sindical, la disposición para colaborar y comunicarse abiertamente, pensando no solo en sus intereses sino también en la sostenibilidad de la compañía, es fundamental. Ambos lados deben estar comprometidos a encontrar soluciones sostenibles con una visión a largo plazo. Me parece importante reconocer que pertenecer a un sindicato no es algo negativo y que las negociaciones no son una guerra entre partes, sino una oportunidad para construir juntos un futuro mejor.

Juan Carlos Vásquez

Líder sindical UNEB

  1. Considero exitosa una negociación colectiva cuando confluyen tres factores importantes:
  • La forma como se desarrolló el proceso (tranquilo y en paz laboral).
  • Cuando los resultados obtenidos son lo de una negociación que llamamos gana-gana.
  • Cuando las relaciones se fortalecen en temas como el respeto y la confianza.
  1. Deben existir factores importantes como:
  • El respeto por la diferencia, pues así tengamos posiciones ideológicas y políticas diferentes, debemos buscar ponernos de acuerdo en lo fundamental.
  • La confianza. Esta no se decreta, se va construyendo día a día, en un diálogo permanente.
  • Las convenciones exitosas no se construyen solo en las etapas de ley, deben ser conversaciones permanentes sin etapas formales, con intereses comunes empresa-sindicato.
  1. Mi mayor recomendación es no negociar por posiciones. Siempre debemos negociar por intereses comunes.

Y en los diálogos permanentes antes de las negociaciones, se debe conversar con sinceridad y transparencia sobre los puntos que llamamos bandera, para obtener respuestas sinceras e ir construyendo los acuerdos. 

Otra recomendación es que, por muy compleja que se ponga un proceso, nunca se debe romper la mesa de negociación, pues se crea un problema mayor. Para reinstalarla, ¿quién llama a quién? Ninguno va a querer mostrar debilidad. 

  1. No debe ser larga en el tiempo. Las negociaciones largas en el tiempo desgastan a las partes, y confunden y desesperan los públicos que esperan resultados. Por lo tanto, para mí, las negociaciones largas en el tiempo no son exitosas.

Capítulo 8

Carlos H. de la Espriella Salcedo

Subgerente de Talento y Relaciones Industriales de ENEL para Colombia y Centroamérica

Jairo Burgos: En su vasta experiencia como negociador ¿cuáles considera que son las habilidades claves que requieren los negociadores para lograr una exitosa negociación colectiva? 

Carlos H. de la Espriella: Considero que son varias las habilidades que hoy en día debe tener un negociador para poder llevar con éxito un proceso de negociación colectiva, entre las que encontramos: el trabajo en equipo, la comunicación verbal y no verbal, la adaptabilidad al cambio y la serenidad, entre muchas otras. 

Sin embargo, pienso que una de las habilidades que hoy en día es absolutamente necesaria para lograr una exitosa negociación es la creatividad o la innovación. Es muy normal que en estos procesos de negociación colectiva se presenten trabas que pueden llevar a los llamados “puntos muertos”, donde el proceso se estanca. Para poder salir de ese “bache” es necesario ser muy creativo e innovador, proponiendo diferentes alternativas para posibles acuerdos, inclusive pudiéndose dejar de lado lo solicitado en el pliego de peticiones del sindicato o de la denuncia presentada por la empresa, buscando soluciones flexibles, que en un principio ni siquiera fueron previstas. 

JB: ¿Cómo se desarrollan estas habilidades? 

CHE: Existen diferentes metodologías de formación especializadas para el desarrollo de estas habilidades como lo son el coaching, el mentoring y el job shadowing, entre otras. 

  • Mentoring: Esta metodología consiste en el apoyo y guía por parte de un compañero con amplia experiencia —los mentores— a compañeros con menos experiencia —los mentees— para ayudarles a reforzar y desarrollar nuevas competencias, habilidades y actitudes.
  • Coaching: Es un proceso en el que un coach certificado acompaña a un compañero —el coachee— en un camino de descubrimiento y desarrollo de su potencial, así como de las habilidades identificadas por el mismo coachee.
  • Job shadowing: Periodo para compartir en el cual un compañero, el host, acoge a otro, el guest. El host organiza sus actividades diarias con su equipo compartiendo tanto el contenido de su función como las habilidades transversales con el guest.

Capítulo 9

Adriana Guzmán Ávila

Gerente de Talento Humano y Transformación Organizacional de Profamilia

Jairo Burgos: ¿Acostumbran en su organización realizar evaluación de la negociación colectiva de trabajo? ¿Por qué? 

Adriana Guzmán: La respuesta a este interrogante es un rotundo SÍ. En Profamilia estamos convencidos de la gran importancia e impacto que genera un proceso de negociación colectiva no solo al interior de nuestra organización, sino también en el tipo de relación que queremos mantener con nuestra organización sindical. Por esta razón invertimos suficiente tiempo y esfuerzo para hacer una retrospectiva y analizar qué aspectos fueron exitosos y qué facilitó la conversación, así como qué cosas hubieran podido ser mejores para lograr el propósito de la sesión de negociación.  

Para nosotros es importante tener presente este proceso de análisis y reflexión que debe acompañar momentos claves del antes, durante y después; es decir, siempre será relevante tener de manera anticipada algunos aprendizajes y, por supuesto, nutrirlos al cierre poniéndolos al servicio de los negociadores. En resumen, conocer a los interlocutores, sus necesidades y sus reales intereses, e ir haciendo los ajustes necesarios en el camino para llegar al objetivo aplicando lo aprendido. Todo esto será fundamental para llegar a un buen acuerdo, y en el evento de no lograrlo, tampoco nos dejará en orillas opuestas y distantes, ni mucho menos producirá lesione o interferirá en el buen relacionamiento que debe existir entre las partes. 

JB: ¿Cómo lo hacen? ¿Qué enseñanzas han obtenido de esa práctica? 

AG: El proceso de reflexión y análisis inicia al momento de conformar el equipo negociador y, por supuesto, recibir el pliego de peticiones que se revisa, valoriza y proyecta con la profundidad necesaria. Lo anterior, teniendo en cuenta diferentes variables como el momento del país y la organización, el contexto sociopolítico y las capacidades internas de la organización, entre otros. Este proceso es acompañado de una buena sensibilización y capacitación que abarca temas normativos y competencias dirigidas a fortalecer el proceso de negociación en los equipos de ambas partes (organización-sindicato). 

Durante todo el proceso de negociación, finalizada cada reunión, el equipo negociador de Profamilia con los representantes del comité directivo realizan una evaluación de lo sucedido, no solo de cara a las pretensiones y acuerdos, sino también de todo el contexto: el relacionamiento, las diferentes posturas y roles que se dieron, y el tono en que se desarrolló la reunión, lo cual nos permite validar si las estrategias planteadas se encuentran acorde con la ruta trazada o si se hace necesario hacer ajustes para reenfocar el proceso. 

Finalmente, al cierre de la negociación, independiente del resultado obtenido, se hacen dos evaluacione, una con el equipo directivo de Profamilia y otra con la organización sindical, recogiendo las experiencias exitosas y no tan exitosas del proceso, para continuar fortaleciendo las primeras y gestionar las segundas, todo esto, a través de los comités de seguimiento a la convención colectiva que se tienen instaurados. Estamos convencidos de que la relación con el sindicato es una negociación constante, donde el resultado siempre debe ser el beneficio mutuo apalancado en la confianza. 

JB: ¿Qué dificultades han encontrado para adelantar la evaluación de la NCT? 

AG: Dificultades frente a la evaluación como tal no hemos encontrado. Sin embargo, en estos procesos siempre estará presente un factor que puede hacer de la evaluación algo más complejo y es el ego o la defensa de posiciones; no obstante, el hacer evaluaciones constantes y a consciencia permite su abordaje y poner en práctica herramientas o estrategias para lograr gestionarlo y que no interfiera en la negociación, o que de hacerlo, sea en su justa medida. 

Capítulo 10

Álvaro Julio Portacio

Líder sindical Hodecol

  1. Por parte de la organización sindical, considero que la falta de conocimiento de los negociadores del estado real de la empresa, en qué se encuentra su estado financiero, la proyección de la misma y, si quiere, la economía del país. Dicha información, en muchas ocasiones, las empresas no la quieren suministrar.
  2. La falta de compromiso para conocer los problemas de los negociadores, los cuales anteponemos ante los problemas colectivos.
  3. Por parte de la empresa, se piensan más en el factor económico que en el bienestar social de sus trabajadores, los cuales se deben capacitar en el trabajo. Un trabajador con unos buenos ingresos económicos muy seguramente va a tener mejor producción y rendimiento en sus labores.
  4. Algunas negociaciones fracasan porque:
  • Porque en el sindicato se piensa que una negociación es la oportunidad para exigir más de lo que estamos dispuestos a ofrecer; porque queremos solucionar nuestros problemas personales y nos olvidamos del colectivo; y porque no somos capaces de ponernos en los zapatos de otro.
  • Porque en la empresa se ve al trabajador como mercancía y no como ser humano, porque le niega al trabajador sus derechos y por la falta de confianza que hay que tener en una mesa de negociación, en especial por parte de los trabajadores, por las muchas promesas incumplidas del empleador.
  1. Como líder sindical, creo que para evitar el fracaso de una negociación es necesario:
  • Crear un vínculo de confianza con las partes.
  • Comprometerse y cumplir los acuerdos.
  • Estar dispuesto a crear estrategias de negociación.
  • Ser cooperante en las peticiones y en los acuerdos.
  • Priorizar las necesidades.
  • Pensar más en lo que se gana que en lo que se pierde.

Capítulo 11

Carlos Álvarez Pereira

Laboralista, profesor y exdirector del Departamento de Derecho Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana. Exgobernador del Colegio de Abogados del Trabajo de Colombia.

Jairo Burgos ¿Cuál es su opinión sobre el presente de la institución de la negociación colectiva de trabajo en Colombia, uno de los pilares del derecho colectivo? ¿Responde esta figura hoy día a la importancia que debe tener en las relaciones laborales en una democracia liberal? ¿Por qué? 

Carlos Álvarez Pereira: Indudablemente, la institución de la negociación colectiva de trabajo nunca ha sido suficientemente regulada y desarrollada por los actores de la misma. Por ello, el número de negociaciones es relativamente pequeño. Sin embargo, las industrias grandes tienen convenciones colectivas de trabajo que, si se analizan en conjunto, representan para los trabajadores unos derechos económicos y jurídicos superiores a los de la ley. 

Debemos analizar si hacia futuro es necesario regular y fortalecer dicha negociación. En mi concepto es necesario hacerlo, a fin de que tenga una mayor cobertura en el país. Por ello considero necesario establecer claramente en la ley la posibilidad de negociar industrialmente o por empresa, y creo que deben coexistir ambas formas de negociación. Con ello trataríamos de nivelar nuestra situación colectiva de trabajo con países más desarrollados y donde el tema es muy importante en las relaciones de trabajo. 

A mi juicio, como existe hoy el proceso de negociación colectiva, no responde a la importancia que debe tener en las relaciones laborales dentro de un Estado de derecho, que aparentemente es una democracia liberal. Ello es así porque la regulación es limitada y su desarrollo no ha sido patrocinado por los empleadores ni por el Estado. 

JB: ¿Cómo ve el futuro de esta institución en el país teniendo en cuenta los significativos cambios que se observan en el mundo del trabajo? ¿Cuáles serán los temas que estarán presente en las nuevas conversaciones entre empleadores y sindicatos o grupos de trabajadores? 

CAP: La importancia de la negociación colectiva industrial o de base hacia el futuro debe ser mucho más amplia e indudablemente será más ágil cuando se inicie la utilización de las innovaciones tecnológicas que hoy existen en el mundo. 

Los temas de la negociación serán mucho más amplios que hoy y, seguramente, abarcarán muchos más temas, especialmente en el campo macroeconómico, en los derechos sindicales y en las técnicas de trabajo. 

JB: ¿Qué recomendaciones daría usted a los actores sociales (empresarios, trabajadores y Estado) para que sus negociaciones sean aún mejores y puedan contribuir más eficazmente al progreso del país, permitiendo avanzar en el anhelo de lograr la justicia en las relaciones laborales, en un ambiente de coordinación económica y equilibrio social? 

CAP: Sin lugar a dudas, la recomendación más importante a los actores de la negociación colectiva es la transparencia y honestidad en el proceso de negociación y en la elaboración de los petitorios, para que a través de la buena fe se puedan regular las instituciones legales a través de una convención colectiva de trabajo. Si las partes no tienen la suficiente transparencia y manejo de buena fe en el proceso de negociación y de elaboración del pliego de peticiones, es imposible tener un avance favorable a la incidencia dentro de la organización productiva del país a través de las convenciones colectivas de trabajo. 

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